San José el centro comercial de vendedores ambulantes

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Realidad Ambulante


San José se ha convertido un centro comercial para vendedores ambulantes, la policía municipal no da abasto con la gran cantidad de trabajadores informales. Los mercados al por mayor son el punto de encuentro para adquirir sus productos.


Las calles de la capital están saturadas de personas que intentan ganarse la vida de una manera un poco particular. Algo molesto para algunos costarricenses, pero es la mejor opción para otros. Buscar la mercadería en los lugares más baratos para revenderlos, es el negocio de todos los días.


Quizá un dato que no muchos conocen es que existe un Reglamento de ventas ambulantes y estacionarias, de hecho el artículo 2 dice: “Nadie podrá realizar el comercio en forma ambulante, salvo los pregoneros de vente de lotería y periódico, y en forma estacionaria en las vías públicas cuando obtenga la respectiva licencia municipal”. Aunque evidentemente es un artículo que no se cumple y parece importar muy poco a quienes se ganan la vida de esta manera.


Sí, hay una licencia o patente de vendedores ambulantes. Las personas deben de someterse a un estudio socioeconómico, el cual será determinante para el otorgamiento o no de la licencia; en el caso de extranjeros deberá contar con el respectivo permiso de trabajo, de la Dirección General de Migración. Además, se debe de pagar la patente de manera trimestral en la Municipalidad correspondiente.


Ahora bien, según la Dirección General de Migración y Extranjería el 75% de vendedores ambulantes son extranjeros indocumentados, por tal razón no optan por la patente ambulante. Los vendedores exigen que no se le quite la mercadería, sin embargo, no pagan el permiso, lo cual los convierte en evasores de impuestos.


El gobierno local realiza operativos coordinados con la Fuerza Pública y el Ministerio de Salud, para hacer cumplir la ley de patentes, controlando de esta forma las ventas ambulantes que se apostan en las vías públicas y que no cuentan con la licencia correspondiente y se les ha decomisado mercancía que tienen bajo el modelo de negocio. Sin embargo, el control de las ventas bajo la modalidad de vehículos que se realizan constantemente apoyados en megáfonos es un tanto difícil y se hace necesario en dicho control la integración del usuario, en el sentido de que colaboren con el reporte de estas ventas y con no consumir dicha mercancía.


Las autoridades de la policía municipal de San José estiman que la población de vendedores ambulantes que opera en el centro de la capital es de 1600 personas, tras un censo efectuado con la colaboración de la Universidad Libre de Costa Rica (ULICORI).


Salud


Según Decreto Ejecutivo 28718-S, se establece que es competencia del Ministerio de Salud controlar esta clase de ruidos, por lo que la municipalidad no tiene los recursos técnicos ni la competencia legal para controlar este tipo de ventas.


Se reafirma que para tener un ambiente sano, respeto a la intimidad y el derecho a la salud, se debe evitar la contaminación sónica, pero es una regulación que debe darse por parte del Ministerio de Salud y del Ministerio de Transportes y no de los municipios.


Según estudio de la Sección de Microbiología de Alimentos de la Universidad de Costa Rica para la Revista Biomédica los alimentos de venta ambulante prestan un interés especial, a los expandidos en festejos populares y a los obtenidos a partir de algunos servicios de alimentación pública. Los resultados obtenidos demuestran una importante contaminación fecal y la presencia de algunos patógenos en estos alimentos. Se concluye que se deben introducir mejoras en el procesamiento, transporte y almacenamiento de los alimentos, así realizar un control sanitario estricto y constante, de manera que no representen un riesgo para la salud pública.


Realidad social


Marcela Mayorga, una nicaragüense que vive en San Juan de Dios de Desamparados; “Yo trabajo vendiendo comida, empanadas y cosas así y no puedo sacar una patente porque no soy residente, aunque tengo 10 años de vivir en Costa Rica”, agregó.


Para esta trabajadora independiente, la vida no ha sido nada fácil. Dejó su natal Nicaragua hace 10 años, duró poco más de cuatro años sin ver a sus hijos hasta que tuvo la oportunidad de traerlos al país.

“Lo que más extraño es a mi madre, tengo como seis años de no verla”, aceptó la centroamericana. Para Marcela, los maltratos son constantes, tanto psicológicos como físicos de parte de la policía municipal y de los mismos costarricenses cuando caminan por las calles josefinas.


Para esta trabajadora informal lo más difícil de aceptar es la discriminación. “Yo no puedo creer como un país tan avanzado, se burla de la gente trabajadora”, aseveró Mayorga.


“Para los ticos nosotros somos un estorbo, pero realmente yo soy una comerciante”, consideró entre risas la sencilla vendedora. Además, argumentó haber intercambiado la timidez y vergüenza por la confianza y el amor propio. 

1 Comentarios

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Caminar por San José es lo peor y en estas fechas es imposible

escrito por Alexandra 15/dic/16    22:58

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