Río Telire, en donde hay que cruzarlo para llegar a las comunidades indígenas de Amubri, Sos y parte de
Suretka.
“En nuestros tiempos escolares, las maestras nos pegaban si nos escuchaban hablar bribri. Es por eso que muchos grandes lo han perdido”, expresa Vinicio Mora, indígena de la comunidad Döki Döki, perteneciente al clan Mluriwák. Mora asegura que esa es la razón por la que, hoy en día, muchos padres no hablan bribri con sus hijos y familiares; pero en su caso, él se aferra al idioma natal.
Talamanca, el cantón que posee dos de los ocho pueblos indígenas existentes en nuestro país, el lugar en donde habita mayor cantidad de indígenas, está perdiendo su habla y el valor de las tradiciones.
El idioma ha sido una de las mayores afectaciones culturales en los pueblos indígenas de nuestro país. Cuatro de los ocho visitados en el Censo 2011 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), reflejan que no hay, en su mayoría, un dominio de la lengua por parte de los indígenas.
En Teribe, por ejemplo, solamente hay 126 hablantes de la lengua materna, mientras 1.141 habitantes indígenas no la hablan. Caso alarmante es el del territorio de Zapatón, ubicado en pueblo Huetar, donde solamente tres personas hablan la lengua madre, de entre 1.344 indígenas, según datos del Censo 2011.
Preocupa lengua materna
“Con la reforma de plan de estudios de las escuelas dentro de territorio indígena, se incorporan tres lecciones de lengua indígena y dos de cultura. A nivel de aprecio sobre la lengua, porque a nivel de logros comunicativos podría no ser lo esperado, pero sí a nivel de estudio”, explica Carmen Rojas, Lingüista del Departamento de Educación Intercultural del Ministerio de Educación Pública.
Para apalear esta situación, en las escuelas de territorios indígenas se imparten lecciones de lengua y cultura. No obstante, es un esfuerzo decorativo en algunos casos, debido que el idioma que más hable la mayoría de alumnos es el que se emplea para dar las clases, a pesar de que la lengua materna sea otra. La lengua natal se vuelve así objeto de estudio más que vivencia.
Mientras tanto, en el territorio de Kéköldi, de una población indígena de 1.062 personas, solamente 385 hablan bribri. Esta lengua es la que disminuyó más en 10 años, según los censos nacionales del 2000 y el 2011, con un 8%.
Los datos de Censo 2011 indican que en la región Bribri solo la mitad conoce su lengua (casi un 10% menos que en el 2000), mientras que en otras zonas como la Chorotega y Huetar menos del 1% de sus habitantes puede hablar su lengua.
En la escuela indígena Patiño, de una clase de quinto grado, Marlon, de 11 años, es el único entre sus compañeros que sabe hablar y escribir bien el bribri. Eso se lo debe a su padre, quien le habla solamente en esa lengua. Para Rojas, este es un elemento clave para que el idioma no se pierda o quede solamente en los salones de clase.
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